miércoles, 23 de marzo de 2011

Letra Y


Letra y
La y es la vigésima octava letra, la vigésima tercera consonante del alfabeto español y vigésima quinta del orden latino internacional. Recibe los nombres femeninos: «ye» o «i griega».

Nombre de la letra y

La letra y, dependiendo del país, ha recibido tradicionalmente los nombres de «i griega» o «ye». La Real Academia Española, en el contexto de la redacción de la nueva ortografía del español consensuada con el resto de las academias de la lengua, propuso que su nombre fuese ye. La sugerencia suscitó cierta polémica en regiones, como España, donde la denominación i griega era corriente. La edición definitiva de las reglas de ortografía permite usar cualquiera de ambos nombres, aunque recomienda la denominación ye.

Historia

La y proviene de la letra griega ípsilon (ὒψιλόν) -"y simple" (para distinguir de la grafía "oi", que se usaba para representar el mismo sonido que la ípsilon en el tardío griego antiguo)[6] - , que se pronunciaba /u/, más tarde /y/ (como la u francesa o la ü alemana) y actualmente /i/. Inicialmente los romanos la transcribieron con el grafema 'v'; hacia mediados del siglo I a. C. utilizaron la letra 'Y' para transcribir palabras de origen griego en las que se hallaba presente. Por ello, se corresponde con la letra Y del alfabeto latino o romano moderno.
La introducción en el Imperio Romano se dio en un periodo tardío en cuanto al desarrollo del alfabeto, por lo que la /y/ pronunciada como "U" produjo confusiones entre las grafías "Y" y "V", lo que hizo que, por ejemplo, palabras como "Satura" también pudieran escribirse "Satyra", "Sulla" también "Sylla", etc.
En el año 1726, la Real Academia Española separó los usos de las íes (antiguas íes latinas) y las yes (antiguas íes griegas): decidió que sólo la i se usase como vocal. Así, todavía hoy es posible leer Yglesia en las fachadas de algunas viejas iglesias. Algunos apellidos, como Ybarra, han conservado la antigua grafía.

Probable evolución del grafema

Jeroglífico
(Fonograma U)
Proto-Semítico
Waw
Fenicio
Waw
Griego
Ípsilon
Etrusco
V
Latín
Y
Descripción: W
Descripción: Proto-semiticW-01.png
Descripción: PhoenicianW-01.png
Descripción: Upsilon uc lc.svg
Descripción: EtruscanV-01.svg
Descripción: RomanY-01.png

Uso fonético

La y hace las veces de consonante y de vocal (concretamente la i semivocal) en diptongos y triptongos al final de una palabra (como en hoy, buey), aisladamente el signo y tiene el valor vocal equivalente a la i plenamente vocal.
Como consonante, su valor fonético suele ser el correspondiente a un fonema de articulación palatal sonoro, generalmente fricativo y, según los casos, su articulación es más o menos abierta y llega a tener, en español, una sonoridad semejante a la j inglesa y francesa.
Precedida de un sonido nasal, la "y" se vuelve africada.
En gran parte de Argentina y Uruguay la "y" se articula con rehilamiento, de modo que el sonido resultante es una fricativa postalveolar sonora (comparable a la "j" francesa de jardin [ʒaʀdɛ̃] o el sonido de la palabra inglesa vision [ˈvɪʒən]); cada vez más común entre los habitantes de la capital argentina es un ensordecimiento de dicho sonido, dando lugar a la pronunciación de la "y" como fricativa postalveolar sorda [ʃ], (como la "ch" francesa de chanson [ʃɑ̃sɔ̃], o bien la "sh" inglesa de shirt [ʃɜ:t]). Por ejemplo: Yerba se asimilaría a Sherba y no a Ierba ni Hierba.

Uso gramatical

En castellano, la y es la conjunción copulativa que une palabras o cláusulas en concepto afirmativo; forma grupos de palabras; da énfasis o fuerza de expresión a lo que se dice a principio de período o cláusula (¿Y si acaso no me ama?) o denota la idea de repetición indefinida (horas y horas esperándola). Para evitar aliteraciones cacofónicas, la y se cambia en e ante palabras que comienzan en i (José e Isabel) o hi (aguja e hilo). Sin embargo, tal cambio no se efectúa cuando la 'i' es vocal plena no con un valor semiconsonante (por ejemplo, se dice y escribe: oro y hierro), o cuando la palabra comenzada con i carece de valor tónico en una interrogación, por ejemplo: ¿Y Ivana?.